Ya en un artículo anterior cuya lectura te recomiendo: Los neumáticos de bicicleta de ruta, escribí sobre las ventajas y desventajas de las cubiertas rápidas y las que tienen una protección antiponchadura muy buena, pero que son lentas.
Las cubiertas Maxxis Re-Fuse de la bici que usaba para la ciudad —una de ruta vintage— llegaron al fin de su vida útil, las dejé instaladas más de la cuenta. Ya veía que tenía que cambiarlas, pero, entre el gasto necesario, la indecisión sobre cuáles comprar y la desidia, pasó demasiado tiempo, además —mal hecho—, verificaba si todavía aguantaban otro rato mirando la delantera y me fijaba menos en la trasera. La llanta delantera es muy importante, debe estar en buen estado porque de ella depende el control y el equilibrio de la bicicleta, que lo diga quien haya sufrido una pinchadura de la llanta delantera. Sin embargo, la que más se desgasta es la trasera, lleva la mayor parte del peso —si hiciste un buen fitting de la bicicleta, el 55%—, además es la que más se pincha. Será que la delantera la ves para esquivar los clavos y vidrios o qué sé yo.
El caso es que al revisar la llanta delantera —insisto, un mal hábito— para comprobar si aún podía mantener las cubiertas, la trasera era casi inútil y reventó. Para mi fortuna, iba de camino a Enbiciados San Ángel, así que fui despacio, rogando llegar pedaleando. Caminar tres o cuatro kilómetros arrastrando la bici no es divertido, de ahí la importancia de tener la bicicleta siempre a punto, en perfecto estado.
En la tienda actualmente se venden cubiertas Pirelli, y bueno era esa opción o ir por llantas económicas, que también están disponibles. Pero uno tiene sus manías, como muchos ciclistas que llevamos tiempo en esto y hemos probado buen material, se quiere lo mejor. También hay ciclistas que ponen lo más económico, por ahorrar, sobre todo tratándose de ciclismo urbano, o por convicción, ve a saber, todo se vale.
Más que un esnobismo, cuando prefiero buenas cubiertas, es por seguridad. Para mí, la prioridad está en la durabilidad, la protección antipinchaduras y el agarre, más en piso mojado, algo en lo que por cierto suelen fallar las cubiertas económicas en uno o más aspectos y desde luego, está el punto de la velocidad de las cubiertas, pero eso lo dejamos para carreras, grandes fondos y rodadas cicloturistas.
Un punto débil de las Maxxis Re-Fuse, era su nulo agarre en mojado. En algún traslado con lluvia la bicicleta dió unos derrapes y respingos que no veas, no me caí, pero alguna vez quedé sentado en el tubo del cuadro violentamente y duele. Me había pasado antes con cubiertas económicas. De ahí que el agarre en mojado sea tan importante para mi, puedes caer en la ciudad, pero es peor en un descenso en una carretera mojada.
La ventaja de las llantas de buena gama, es que tienen calificaciones del fabricante, ratings, se hacen pruebas de laboratorio de terceros, y reseñas de usuarios que puedes consultar en la Web antes de comprar.
Al final, pude haber optado por unas Pirelli de alambre económicas —unas más económicas no era elección para mi—, pero, me decidí por una Pirelli P Zero adelante y una Pirelli P7 atrás. De esta forma, tuve garantizado un mayor agarre y control en la rueda delantera y una cubierta de entrenamiento más económica pero durable detrás y con buena tracción. Suena raro, pero al ser la bici de ciudad, pude economizar.
Una cosa importante, cuando cambies cubiertas, cambia cámaras si las llevan. Las cámaras envejecen, y además se estiran con el uso, lo que provoca que qurden largas al instalarlas con las cubiertas nuevas, eso, además de complicar la instalación, puede ocasionar pinchaduras por pellizco. Ya sabes, cubiertas nuevas, cámaras nuevas.
El resultado: la bicicleta vuela. Luego de traer unas cubiertas muy lentas, ahora mis traslados en bicicleta son más rápidos con menos esfuerzo, o tengo más velocidad con el mismo. Hice recién una subida de 2 km, y la bicicleta subió muy bien, ¿Valió la pena el gasto? Al menos, ruedo tan contento que pienso que sí. ¿Entonces qué elegir?: Cubiertas más resistentes a las pinchaduras pero más lentas y con menos agarre o Cubiertas con protección antiponchadura suficiente pero más rápidas. En su momento, el razonamiento me llevó a lo primero, no pinchar. Con la experiencia reciente, el corazón me dice: «ve rápido, sé veloz» y la razón me confirma: «lleva agarre en mojado».