Hace algún tiempo, al llegar a la tienda de Enbiciados en mi bicicleta, un conocido que se encontraba ahí, al observar los cambios en la transmisión, me dijo «vienes muy entuercado, ¿cómo puedes pedalear así en la ciudad?». Hay que aclarar, para quien no sabe, que pedalear con la tuerca en el argot ciclista, es hacerlo con el piñón más pequeño. No era mi caso, traía la cadena en el plato grande de 53 dientes, con esa bici no uso el plato chico en la ciudad, a menos que sea en subidas largas o muy empinadas, Santa Fe, por ejemplo, y esa bicicleta de ruta tiene siete velocidades atrás, no se puede equiparar a una con 10 u 11 velocidades. Este artículo es una reflexión sobre esas cosas en las que nos detenemos algunos ciclistas a pensar y a hablar de ellas.
En ese momento le contesté que no me hacía falta ir con una cadencia más alta —más revolucionado—, y él replicó que el desarrollo que yo usaba me hacía más difícil arrancar y moverme ágilmente entre los coches, lo que en la realidad no sucede. Ello me puso a rumiar sobre el asunto e inclusive hice pruebas y cálculos, de ahí la inquietud de escribir este texto y compartir lo que ya sabía, sumando mis descubrimientos producto de esa conversación, para entender bien el asunto.
Parece ocioso, pero no lo es, entre otras vamos a ver la razón y por qué vale la pena una bicicleta de buena gama con más velocidades, qué pasa con la cadencia, como elegir los cambios y bueno, en el ciclismo siempre se aprende algo nuevo, yo no paro de aprender.
Otra aclaración antes de seguir, se dice desarrollo porque se refiere a los metros o fracciones que avanza la bicicleta por cada pedalada completa con determinada combinación de plato y piñón, este avance corresponde al perímetro de la llanta «desarrollado» sobre el piso. La velocidad se obtiene multiplicando ese desarrollo por las revoluciones del pedalier, generalmente por minuto o RPM, en otras palabras la cadencia. Entonces, a mayor desarrollo, menos RPM para recorrer una distancia a la misma velocidad. Y a la inversa, a menor desarrollo se logra menor velocidad con más cadencia, pero se requiere menos fuerza, por eso se usan desarrollos cortos para las subidas. Tenemos una explicación más técnica en este artículo.
Este amigo y el que escribe somos contemporáneos, y no traje a la discusión que cuando éramos jóvenes, los desarrollos de ruta —la bicicleta de montaña aún no veía la luz—, eran más largos que ahora. La multiplicación venía con platos de 52 a 42 dientes —frente a las de 53-39, 52-36 o 50-34 contemporáneas—, y las ruedas libres, a las que llamábamos sprokets, agrupaban piñones cuyo número de dientes iba de 14-19, 13-19, 13-21 o 14-23. Antes usé ruedas libres de 5 y 6 piñones, pero eso es ir muy lejos. Esta bici es antigua de 1987 —ha sobrevivido bien al paso del tiempo gracias al servicio periódico de Enbiciados—, así que tiene la transmisión original 2×7, y la uso como base para efecto de este texto.
Fue hasta finales de los años 90 del S. XX, que la alta cadencia se convirtió en tendencia, aunado a que aparecieron nuevas tecnologías de transmisión indexada que llegaron a los 9 y 10 piñones y que alcanzan 11 y 12 piñones en los grupos de gama alta contemporáneos. Hasta entonces se pedaleaba muy atrancados, utilizando la fuerza más que las revoluciones, Así que en el pasado, sí, se recomendaba entrenar con el plato 42 en plano para desarrollar más cadencia y agilidad de piernas, evitando lastimarse las rodillas, combinado con un piñón 15, 16 o 18, cruzar la cadena con una rueda libre de seis velocidades no era tanto problema —-se cruza la cadena cuando se utiliza piñón chico con plato chico y viceversa, lo que aumenta la fricción, desperdicia energía y desgasta la transmisión más rápido—. Esto también podría
Cuando se utilizaban ruedas libres de hasta siete piñones era costumbre cambiarlas de acuerdo a la ruta, sobre todo en carreras. Cuando transcurría en plano, se ponía la 13-19, si había grandes ascensos la 14-23. Hoy día con un casete de 11 velocidades, generalmente ello no es necesario, tienen el rango de desarrollos suficiente. ¿Por qué la necesidad del intercambio de ruedas libres? pues ocurre que en el pavimento y sobre todo en plano y falsos planos hasta el 2% de pendiente o según el viento, debes ajustar el desarrollo para encontrar la cadencia ideal y esto requiere cambios de uno en un diente, pasar del 13 al 14, del 14 al 15, del 15 al 16 y así. Un cambio de dos dientes entre piñones puede provocar que la cadencia resulte muy alta y floja o muy dura según la velocidad a la que se corre en plano. Esto también podría valer para las bicicletas de ruta actuales de 8 velocidades, pero suelen traer multiplicaciones con platos pequeños.
En subida la cosa cambia, se pueden tener diferencias de 2 dientes entre los piñones y hasta tres o cuatro en los más grandes sin que se note tanto el cambio, se va más despacio, por ello verás que en los casetes de 10 velocidades o más, los piñones pequeños varían sus dientes de uno en uno y en los grandes de dos para arriba. En MTB, los cambios pueden ser aún más diferenciados, pero ahí sí, se rueda con mayor cadencia para mantener la tracción, las pendientes son más abruptas y el terreno mucho más irregular, lo que permite o demanda, según el caso, una variación de desarrollos más amplia.
Mucha tinta se ha regado acerca de la alta cadencia, la cadencia ideal, y que los profesionales y corredores amateurs pedalean con una cadencia de 90 RPM. Por un lado, se ha demostrado que esa cadencia ideal no es tan transcendente, y por el otro, no te dicen que esos ciclistas van rodando en el pelotón con una cadencia si, de 90 RPM, pero, a 50 Km/H con una relación 53-12, y que los esprínteres alcanzan 67 Km/H a una cadencia de 110 RPM con el 53 -11 —durante unos 200 metros—, lo que sonaría «entuercado» para los menos entendidos, pero a esa velocidad tienen la fuerza y la capacidad cardio-pulmonar suficiente para sostener ese ritmo de pedaleo ágil, lo que escapa al ciclista promedio.
Para más inri, sobre esta tendencia de las altas cadencias —impulsada mayormente por los estadunidenses que les gustan los platos chicos—, existe una contracorriente, de unos años para acá, los ciclistas profesionales, y no digo que hay que copiarles todo, usan desarrollos más largos, por ejemplo Remco Evenepoel y Thibaut Pinot han llegado a montar casete 11-34 con platos 54-40, Mads Pedersen casete 10-33 con un sorprendente juego de platos 56-43, Primož Roglič, la casi tradicional combinación de casete 10-33 con platos 52-39, pero ya se sabe, él monta Sram que es marca estadunidense. Hay una razón que primero se hizo tendencia entre los contrarrelojistas, si se lleva un plato más grande que el estándar de 53, se utilizan los piñones del centro del casete, lo que reduce la fricción de una cadena cruzada y la de los piñones pequeños. ¿Entonces van entuercados?
Falta decir que las bicicletas de gama alta para montaña, han evolucionado a transmisiones 12×1, con casetes que tienen de 10 a 50 dientes. Notablemente, ahora lo que se intercambia es el plato, se pone el de 32, 34, 36 y hasta 38 dientes. Me llama la atención que mientras en nuestro país se opta por el 32, en Europa para las competencias aún en terrenos agrestes se usan el 34 y el de 36 dientes. ¿Otra vez la duda, les gusta ir a menos revoluciones o lo hacen para ser más rápidos recurriendo la fuerza?
Y bueno, de última hora, para hacer el tema más controvertido, Primož Roglič ganó la cronoescalada en la Etapa 20 y se hizo de la Maglia Rosa del Giro de Italia 2023, para el tramo final de 18 km de ascenso, cambió de bicicleta a una con una transmisión de gravel, con monoplato 40 y casete 10-44, lo que hace lógica con una subida con tramos, uno de 5 km al 15% de pendiente promedio y rampas de hasta 20% y otro de 1 km al 20% con rampas hasta del 22%. Roglič usa la cadencia alta y supo aprovechar su capacidad con una transmisión adecuada para una subida tan empinada, insisto, no digo que debamos imitarlo.
Volviendo a los trayectos en la ciudad, a diferencia de los entrenamientos y rodadas recreativas, no suelo pedalear con altas cadencias para evitar el sudor y el agotamiento, ya que pedalear con altas revoluciones acelera el pulso y con la edad es más notorio. Constantemente veo ciclistas que pedalean con muy altas revoluciones, pero van muy despacio, pues llevan desarrollos demasiado cortos, se desgastan físicamente y no avanzan. Tampoco es lo ideal pedalear unas cuantas veces muy atrancado y luego planear, no es eficiente, lo mejor es un pedaleo constante a un ritmo adecuado.
Así que luego de entretenerme con estas reflexiones mientras pedaleaba, me puse a hacer números, que comparto aquí. Lo primero es comparar el casete de mi bicicleta de 10 velocidades con las ruedas libres que intercambio en la de siete.
Ahora analicemos el número de dientes y de paso, pongamos los platos de los que disponen mis bicicletas. Hay que tener en cuenta que hay combinaciones que se repiten, una bicicleta de 2×10 velocidades en realidad tiene 14 desarrollos útiles, no los 20 que se piensa a simple vista, pues hay combinaciones de plato-piñón que tienen la misma relación, da lo mismo un 39-14 que un 53-19, ambos tienen una relación de 2.79 y un desarrollo casi igual de 5.92 metros por revolución del pedal con el plato 39 y 5.93 con el plato 53, es más eficiente llevar el plato grande.
En la zona amarilla aparecen las combinaciones de piñones pequeños y plato 53 que suelo utilizar. La zona coral abarca los piñones que combino con el plato 39, al centro están los piñones que uso indistintamente con ambos platos. Sin falta reservo 3 piñones hacia arriba o hacia abajo en la bici de 10 velocidades y dos en la de siete para no cruzar la cadena usando piñones chicos con plato chico y piñones grandes con plato grande.
Las dos ruedas libres son las que suelo intercambiar. ¿Cómo va eso de necesitar intercambiar ruedas libres según la ruta? Veamos estas imágenes que sirven para explicarlo visualmente:
En el casete de 10 velocidades (o más) vemos la curva que representa el rango de relaciones que ofrece, plana en los piñones chicos y pronunciada en los grandes, pues los piñones pequeños saltan de uno en un diente y los grandes a partir del 15 incrementan con saltos mayores. En 10 velocidades el rango de relaciones es amplio, con 11 velocidades aún se pueden tener piñones más grandes y conservar relaciones más continuas en los más pequeños. Con los casetes y ruedas libres de 8 pasos y no se diga de 7 para abajo hay que escoger, veamos:
Esta rueda libre de siete velocidades de 13 a 21 dientes, muestra una curva en sus desarrollos muy plana, hasta el 17 los dientes progresan de uno, luego los saltos son de 2, eso permite afinar muy bien la cadencia o el ritmo de pedaleo en terrenos planos o en falsas pendientes, pero 21 dientes son pocos para afrontar una subida intensa y larga sin tener que usar mucha fuerza en las piernas, como se hacía antaño.
La rueda libre de 7 velocidades de 14 a 28 dientes tiene un rango más amplio, pero como hay que acomodar desarrollos más cortos hasta llegar al piñón de 28 dientes en pocos pasos, la variación de dientes entre piñones resulta más grande. Está bien para las subidas importantes, pero en plano —que es lo común en la ciudad— resulta muy incómodo, te deja solo 2 piñones adecuados para rodar en el pavimento plano y, aun así, notas que vas pedaleando muy flojo o muy apretado a momentos, hace falta pasos de un diente, lo que logras con la rueda 13-21, de ahí, vuelco a la necesidad de cambiar de casete según la ruta, más en aquellas carreras de antaño y aún más con ruedas libres de 6 o las típicas de 5 pasos hasta los años 80.
Una gráfica más para resumir y mostrar esto con claridad:
En la tabla anterior se comparan el casete de 10 pasos y ambas ruedas libres, en colores claros se muestran los saltos entre el número de dientes de los piñones. Se puede apreciar que la rueda libre 13-21 se asemeja al la parte de desarrollos cortos del casete de 10 pasos 11-28, mientras que la 14-28 se aproxima a la parte alta, pero la parte baja es muy incómoda.
Lo que el amigo de la tienda vio —no lo tengo muy presente después de este tiempo—, seguramente es que llevaba combinado el plato 53 con un piñón 16, 17 o 18. Claro, que si estás acostumbrado a los casetes contemporáneos de diez u once pasos, y ves que el cambio está puesto en el segundo o tercer o piñón, piensas en un 13 o 14, y dices, «va entuercado», creo que a lo mejor se acostumbró a lo bueno de la modernidad y no tuvo presente la tecnología de nuestra época dorada o de latón, como lo veas.
Falta una última cosa: analizar y comparar desarrollos y relaciones. Elegí un número limitado de combinaciones de piñones, basándome en un rango de velocidad desde 25 Km/H hasta la cercana a 30 Km/H, que es la que suelo pedalear en la ciudad para lograr un promedio de 22 Km/H por ruta. Como punto de partida y referencia decidí tomar una bicicleta de turismo 28 —si, la de panadero—, que vienen con una transmisión 40-18 y que es la típica bicicleta urbana, vaya, la del trabajador. Anotando que la 28 tiene un desarrollo más largo porque el diámetro de sus ruedas es más grande que la 700 o de ruta y con la salvedad de que, por ello, es más pesada de desplazar.
Entonces tenemos que con la bici 28″, en azul, el desarrollo es de 6 metros de avance por cada vuelta completa de los pedales. Para desplazarse aproximadamente a 25 Km/H, se necesita una cadencia de 70 RPM, y para viajar a 29 Km/H ±, una cadencia de 80, como es de una sola velocidad, se depende exclusivamente de la cadencia y la fuerza de las piernas. La relación es de 2.67 (48/18). Para el plano en el pavimento de la ciudad, generalmente basta con un desarrollo, de ahí el éxito de las fixies.
En la bicicleta de ruta con 10 velocidades, en color coral, la relación más aproximada es de 2.79, y con las combinaciones de piñones y platos para esa relación se tiene un avance un poco menor: 5.92 metros. La velocidad de la bicicleta con una cadencia de 70 RPM es de 24.9 Km/H, un poco por abajo por el desarrollo menor con esta relación. Es posible usar la combinación de cambios 39-14 (el cuarto piñón del casete) sin cruzar la cadena, pero da lo mismo si usas el plato grande con un piñón 19.
En la bici que utilizo para mis desplazamientos cotidianos por la ciudad, usando la rueda libre 13-21, en color verde claro, para lograr igual velocidad a la misma cadencia a 70 RPM, se requiere usar la misma combinación de platos que en la bicicleta de 10 velocidades, pero al seleccionar 39-14, queda la cadena cruzada, así que lo indicado es utilizar el plato grande.
Con la rueda libre 14-28, la historia cambia, a 70 RPM, con la combinación de platos 39-18 —el primer piñón que puedes usar sin cruzar la cadena—, la velocidad cae hasta 19 Km/H, con el 53-20 cae a 23 Km/H, hay que usar entonces el 53-18 para alcanzar el ritmo deseado a esas RPM.
A 80 RPM las relaciones se comportan más o menos igual, cuando usas el piñón de 7 velocidades, conviene usar el plato grande en plano, según mi punto de vista. Además, debo cerrar diciendo que en la ciudad muchas veces pedaleo con una cadencia de entre 60 y 65 revoluciones por minuto, procuro mantener el pulso controlado por mi edad y no sudar la ropa, entonces si voy a depender un poco más de la fuerza, conviene ir más «entuercado», sin llegar a perjudicar mis rodillas.
De aquí, ojalá, aprovechando el presente análisis, se entienda la pertinencia de elegir bicicletas con transmisiones de gama más alta para un ciclismo de ruta más deportivo, o en montaña, donde vale la pena optar por bicicletas con transmisiones que ofrezcan el mayor número y rango de relaciones para afrontar los terrenos fuera de carretera, luego, que cada quién se adapte según sus capacidades y necesidades, eso sí, cuando salgas a entrenar o a una rodada en carretera con un grupo que le guste la velocidad, sube tu cadencia y conforme aumente la velocidad del pelotón, no des pedaladas como molinillo, hay que aumentar el desarrollo y aplicar más fuerza para lograr velocidad sin sofocarse a causa una cadencia altísima con pedaladas vacías que te hagan ir despacio al límite de tu capacidad cardio-pulmonar y fatigándote sin resultados, no todos somos Armstrong, Contador, Froome o Roglič.